lunes, 16 de septiembre de 2019

Vuelo 19, de Jose Antonio Ponseti

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Hola de nuevo, ¿que tal ha ido la semana? espero que con muchas lecturas a la vista o ya leidas jejeje

Hoy os traigo este libro que aproveche en verano para leer, un gran misterio en el triangulo de las Bermudas, un vuelo de practica-entrenamiento que se perdió en el Pacifico, una operación de rescate desastroso con medios y organización des coordinados que no llegaron a tener un gran éxito debido a varias negligencias, buena nota se tomo para no volver a repetir en el futuro.


La estación aérea naval de Fort Lauderdale ha programado para esa tarde la realización de un ejercicio de entrenamiento para cuatro jóvenes pilotos que están a punto de licenciarse. A las 13:45 horas, los cinco TBM Avenger que componían el Vuelo 19 al completo, estaban con los motores en marcha y listos para efectuar el último ejercicio antes de regresar a sus casas.

Sin embargo, Charles Taylor, el instructor de Vuelo 19 y máximo responsable del ejercicio, llegó con retraso. Teniente de la Marina de Estados Unidos, Taylor había participado en la Segunda Guerra Mundial como piloto del bombardero/torpedero TBM Avenger. Contaba con gran experiencia, más de 2.500 horas de vuelo, por lo que su única labor tras la finalización de la Guerra, consistía a los nuevos pilotos. Durante los días precedentes, Taylor se había mostrado intranquilo, reacio a volar, buscando excusas para no subirse a los TBM Avenger.

El ejercicio de entrenamiento que debían llevar a cabo era un vuelo rutinario consistente en navegación y práctica de bombardeo. Tenían que llegar a un punto concreto, soltar las bombas, virar hacia el noroeste y realizar un nuevo giro que los llevaría nuevamente hacia el suroeste, de vuelta a su base en Fort Lauderdale. La primera parte del Vuelo 19 transcurrió sin percances. Según las transmisiones de radio, los pilotos soltaron sus bombas en el lugar correcto, y continuaron hacia el este. Pero algo sucedió en el primer giro, perdieron la orientación, de manera que Taylor y pupilos, con su errónea maniobra, no se percataron de que se estaban alejando de la base. Al no conocer su verdadera posición, cualquier movimiento podía ser un paso en la dirección contraria a la deseada. Eso fue lo que aparentemente sucedió.

Ya en el aire, nuestros valientes muchachos se encontraron con la tormenta más severa del invierno, con lluvias torrenciales que dificultaban enormemente tanto el vuelo como la visibilidad y rachas de viento de más de 30 nudos que no fueron tenidas en cuenta a la hora de planificar el ejercicio de entrenamiento. A estas circunstancias tan negativas se añadió el hecho de que los Avenger únicamente tenían combustible y autonomía para permanecer volando hasta las 20:00 horas.

Conscientes de la situación límite a la que se enfrentaban y de las erróneas decisiones que hasta el momento había tomado el instructor del vuelo, varios de estos pilotos se sublevaron desobedeciendo las órdenes de Taylor. Cambiaron su rumbo de vuelo en busca de tierra firme. No le tenían miedo a un posible consejo de guerra, su prioridad pasaba por salvar sus vidas.


 En amarillo la ruta designada, en rojo la llevada a cabo por el vuelo 19.

No obstante, con la información disponible los pilotos investigadores concluyeron que el Vuelo 19 se había perdido al girar erróneamente en su primer punto. En lugar de virar hacia el noroeste, lo había hecho hacia el noreste.


A partir de ahí, las correcciones sólo habían empeorado su situación. La conclusión fue que el escuadrón del Vuelo 19 había tenido que amarizar, y que sus pilotos, cansados, habían muerto en el choque con el agua, ahogados, o devorados por los tiburones.

No sería la primera vez que aviones se perdían volando sobre el océano, ni la última. Menos aún en una época en la que el radar y los sistemas de navegación aérea aún estaban en la infancia.

Probable camino del Vuelo 19


La linea verde es la trayectoria llevada a cabo, muy al contrario de lo que se pensaba y por lo tanto lo opuesto a donde se buscaba a los pilotos.


El final del Vuelo 19

El resto de la tarde transcurrió entre un sinfín de comunicaciones. No obstante, nadie podía localizar al Vuelo 19. Para más inri, el tiempo había empeorado y el Sol se ocultaba lentamente, reduciendo la visibilidad.

La última comunicación de Taylor se recibió alrededor de las 18:20: “Todos los aviones en formación cerrada…tendremos que amarizar si no encontramos tierra…cuando el primer avión baje de los 10 galones (de combustible), todos bajaremos juntos.”

A pesar de la intensa búsqueda aérea y naval durante una semana, nadie volvió a escuchar al Vuelo 19, y nadie volvió a ver los aviones o a sus pilotos

Nace un mito
Sin poder confirmar el trágico final del Vuelo 19, la Marina cerró la investigación. Un accidente debido a una cadena de errores humanos y técnicos. Sobre el PBM Mariner, se concluyó que un fallo del motor fue la causa de su explosión en el aire.

Perder aviones en esa época no era algo poco habitual. Durante la guerra, eventos similares se habían registrado por docenas, en todos los mares e incluso sobre tierra. Triste como era, poco más se podía hacer, aparte de intentar mejorar los sistemas de navegación.

En condiciones normales, la desaparición del Vuelo 19,hubiese sido una más entre muchas. Pero a alguien le llamó la atención, y ese alguien publicó en 1950 un artículo que serviría como acta de nacimiento a uno de los más grandes mitos del siglo XX: el Triángulo de las Bermudas. 

La historia del Vuelo 19 es una realidad, a día de hoy, repleta de incógnitas y silencios que el periodista deportivo y escritor, José Antonio Ponseti, ha llevado a la ficción tras un largo trabajo de investigación de cinco años.

Sin duda, el Vuelo 19 es un libro fascinante cuyo contenido basado en un hecho real le confieren el carácter de lectura imprescindible y que, sin duda, no os dejará indiferentes.


SINOPSIS

«Te han informado mal sobre mí, estoy muy vivo».
Georgie



BASADA EN HECHOS REALES


5 de diciembre de 1945. La Segunda Guerra Mundial ha terminado y todos los soldados desean regresar a casa. Cinco aviones TBM Avenger despegan de la base de Fort Lauderdale para una sencilla misión de entrenamiento en el océano, pero tras una serie de dificultades y malas decisiones desaparecen sin dejar rastro.

Al cabo de unas horas un avión del operativo de rescate, que ha salido en su búsqueda, tampoco regresa. Tras unos angustiosos días donde se articula un amplio dispositivo, todos los tripulantes del Vuelo 19 son dados por muertos.

El día después de Navidad el hermano de uno de los desaparecidos recibe un telegrama: «Te han informado mal sobre mí, estoy muy vivo».

¿Hubo algún superviviente del Vuelo 19? ¿Qué sucedió con esas veintisiete personas y esos seis aviones?

Con una ambientación recreada a la perfección, una escritura trepidante y una extensa labor de documentación a sus espaldas, José Antonio Ponseti hilvana una apasionante novela en la que ven la luz por primera vez muchos de los misterios que envolvieron el Vuelo 19. Una historia de aventuras, de huida, de esperanza, de amor, amistad y supervivencia.

Extractos:
«Pero estaba la otra parte de la historia, la que no controlaba ni conocía, qué sucedió el 5 de diciembre. Supuso que George era el único superviviente del Vuelo 19, pero ¿qué tenía eso de malo?, ¿de qué se escondía?, ¿de estar vivo?, ¿qué pasó en ese vuelo?».

«Quería recordar algo de ese 5 de diciembre, pero no lo lograba. La única sensación que tenía era el miedo, un pánico aterrador que le bloqueaba la mente. El miedo y él ya se conocían de antes, le había acompañado durante la guerra, pero nunca como ahora».


Valoración: ***
Nº de páginas: 512
Editorial:SUMA
Año de edición:2019



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